La última temporada de exportación de cerezas a China y otros mercados de destino, representó un importante desafío para la industria frutícola nacional. Calidad y condición fueron sometidas a importantes retos, como por ej. soportar más de 60 días de transporte y almacenaje, previo a su comercialización.
Lo anterior, sin duda, puso a prueba los programas nutricionales aplicados en cada predio. No obstante, la buena noticia es que el manejo nutricional a nivel de huerto es un aspecto abordable para los productores de cerezas, especialmente en lo que se refiere a aumentar la firmeza de la fruta y prolongar su vida postcosecha.
El rol del calcio en las plantas está ampliamente estudiado y podemos comentar que:
Una adecuada y oportuna nutrición cálcica permite:
Los llamados óxidos de calcio, que en realidad corresponden a hidróxidos de calcio, son una fuente de alta concentración de este nutriente y tienen la ventaja de no aportar otros iones que pueden afectar nuestros objetivos productivos. A diferencia de los carbonatos de calcio, no aumentan la alcalinidad ni afectan la fijación de macro y microelementos.
Además, los óxidos de calcio tampoco incrementan significativamente la conductividad eléctrica o salinidad, como sí ocurre con los sulfatos, sobre todo en situaciones de escasez hídrica. Por esto, los óxidos de calcio son una excelente alternativa para fertilizar vía fertirriego.
A continuación, presentamos los resultados del estudio Evaluación de calcios en cerezos. Dr. José Ignacio Covarrubias, U. de Chile.
Se observaron efectos en:
Según los datos obtenidos se concluye que, el calcio aplicado al suelo en los momentos indicados se traduce en mayores contenidos de calcio ligado en fruta a cosecha. También es posible observar mejoras en parámetros de firmeza (en este caso, medido mediante un equipo de Texture analyzer) e incluso, menores valores asociados al pardeamiento de pedicelo a salidas de frío.
Por otro lado, es valioso destacar que las aplicaciones de calcio al suelo favorecen el crecimiento radicular, ya que:
Lo anterior resulta en una mejora en la capacidad exploratoria y de absorción de las raíces, lo cual es crítico para el aprovechamiento de los nutrientes presentes en el suelo, especialmente, si se toma en consideración el alza y la escasez de fertilizantes actuales.
José Ignacio Covarrubias. Doctor en Nutrición Vegetal, Profesor Universidad de Chile.